El pasado 7 de octubre, Alcobendas fue durante unas horas el epicentro de un evento muy especial. El Club de las Malasmadres fue el encargado de poner en marcha un recorrido de cinco kilómetros con 13 obstáculos donde el objetivo principal era la lucha por una conciliación real. El lema que llevaron durante toda la carrera fue el de “Yo no renuncio”. Una frase que se repetía durante toda la travesía cada vez que un obstáculo se ponía por delante.

Existen numerosas barreras con las que las personas y, en concreto las mujeres,  se encuentran en su carrera profesional, así como en el intento por conciliar y compaginar la vida personal con la familiar. Por eso, de nuestra fundación nació el movimiento efr, con la finalidad de avanzar y dar respuestas en materia de responsabilidad y respeto a la conciliación personal.

Conciliar es una cuestión de personas, no sólo de mujeres o de madres. De hecho, si hablamos de conciliación personal involucramos al hombre igualmente.  De ahí, la necesidad de regular la conciliación, teniendo en cuenta una perspectiva de género que fomente el uso del tiempo igualitario entre hombres y mujeres, pero también una perspectiva ante una conciliación para todos desde una gestión empresarial.

El hecho de poder conciliar es una medida fundamental que repercute en los resultados de la empresa y, por supuesto, ayuda a mejorar la sociedad en la que vivimos. Por eso, la carrera de Malasmadres da un empujón para mover a la opinión pública y poder aunar más voces para conseguirlo, igual que nuestra certificación. Trabajamos para que las empresas reconozcan los beneficios de la gestión en conciliación y, a su vez, se preocupen de su capital humano.

¿Por qué no superar como empresa esos obstáculos? Luchar cada día para que eso no suceda es nuestro propósito como empresa efr. ¿Y tú? ¿Todavía no eres efr? Desde aquí podrás solicitar tu certificado.