Con la llegada del verano, muchas empresas establecen fórmulas alternativas para una jornada de trabajo más flexible que se pueda ajustar a las necesidades personales y familiares de los colaboradores. Y más cuando los más pequeñ@s de la casa no tienen colegio.
Una de las medidas más implantada en estos meses es la famosa jornada intensiva en la que acortamos el horario y la duración de las comidas para poder llegar a nuestras casas unas horas antes. Sin embargo, se echan en falta otro tipo de medidas como la flexibilidad o el teletrabajo que pueden ser métodos más acordes a los cambios que estamos viviendo en nuestras organizaciones y en nuestra sociedad.
Se trata de técnicas que pusimos de manifiesto cuando presentamos nuestro libro blanco del Teletrabajo el pasado febrero en la sede de AGBAR y AXA, y ya hablamos de los beneficios de implantar modelos flexibles o el teletrabajo, sea verano o no.
Y es que el teletrabajo y la flexibilidad ayudan a enamorar a nuestros colaboradores por poder desarrollar su carrera profesional en una organización que apuesta por el trabajo por objetivos y no por la presencia. Además, ayuda a acabar con las largas jornadas de trabajo de forma presencial y se apuesta por nuevas formas de gestión que incidirá en la salud y el bienestar de las personas. Por último, podremos crear espacios de trabajo más colaborativos que favorezcan la comunicación, el networking y a innovación.
Estos son algunos de los beneficios de una compañía que apuesta por la flexibilidad. También os podemos hablar de los beneficios de las empresas que apuestan por la conciliación a través del modelo efr. ¿Te animas?