¿Cuáles son los modelos de conciliación en Europa? En un momento en el que la sociedad está envuelta en un acelerado ritmo de vida, lograr un equilibrio entre la vida personal y laboral es una cuestión muy presente en la actualidad.
Es indudable que la conciliación está a la orden del día y ya forma parte de conversaciones y debates tanto en el ámbito político, social y empresarial, pero ¿es mucha la diferencia que existe por países respecto a la conciliación? ¿Debe España tomar un modelo extranjero o debe crear el suyo propio?
España tiene sus propias características y singularidades
Nos encantan los modelos de conciliación en Europa que existen, por ejemplo, en los países nórdicos, pero en ese caso existen notables diferencias respecto al caso español que nos impiden implementar este tipo de planteamientos en lo que a conciliación se refiere.
Las principales diferencias residen en aspectos tan básicos como los impuestos, el estado del bienestar, una cultura laboral basada en la productividad y en el trabajo en equipo, altas tasas de igualdad…
Impuestos
En países como Noruega, Dinamarca, Suecia o Finlandia el pago de impuestos se ve de otra manera. Existe una conciencia más positiva que en otros países de la UE. En los países nórdicos se pagan altos impuestos, pero la clave puede residir en que este dinero regresa a sus orígenes y revierte en la sociedad.
Cultura empresarial
Existe una gran brecha entre la cultura laboral española y la de los países nórdicos. Si nos trasladamos, por ejemplo, a Finlandia o Suecia, la cultura empresarial se basa en pilares como la apuesta por la flexibilidad laboral; una mayor conciencia y sensibilización sobre la importancia de la productividad y no del presentismo o la autonomía y confianza hacia el colaborador; concienciación sobre la importancia, entre otros.
Políticas públicas
Los gobiernos de los países nórdicos apuestan por la conciliación y eso se ve reflejado en las políticas que han puesto en marcha para trabajar en este tema: bajas de maternidad y paternidad pagadas y obligatorias, eliminación de barreras empresariales y sociales para que los hombres puedan disfrutar de su permiso, garantizar el acceso a guarderías y a una educación infantil de calidad.
Si hablamos del sector empresarial, el panorama cambia a mejor; pero quizá sea esta primera razón por la que, junto con Italia, nos encontramos a la cola de medidas de conciliación respecto a Europa.
Apuesta por la igualdad y la equidad
Otra de las claves del éxito de los modelos de conciliación en Europa, cómo el de los países nórdicos, que deberíamos tener en cuenta es la igualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral con la implementación de políticas orientadas a la igualdad de género.
Esta equidad, a las que debemos sumar las políticas de conciliación de las que hemos hablado anteriormente, como la baja parental compartida, guarderías públicas oflexibilidad laboralhan contribuido a mejorar la situación profesional de las mujeres, pero también la de la sociedad en su conjunto.
Reto demográfico
En este ámbito tampoco podíamos olvidarnos de la tasa de natalidad, una cuestión que no se plantea como un problema al norte de Europa, al contrario de lo que ocurre en nuestro país. Y es que el fomento de la conciliación y la mejora de la situación de la mujer, sitúa el número de nacimientos de Noruega, Dinamarca, Suecia o Finlandia entre los más altos de Europa.
Teniendo esto en cuenta, nuestro objetivo debe enfocarse a encontrar nuestro propio modelo de conciliación. En España, el escenario de la conciliación ha ido evolucionando de manera positiva, según el Barómetro efr.
La clase política lo ha incorporado en su discurso, de hecho, en las dos últimas elecciones generales, los partidos políticos con mayor representación parlamentaria lo incluían en sus programas electorales. Y las empresas están cada vez más concienciadas de la transformación que estamos viviendo incorporando nuevas políticas de RRHH en favor de la conciliación.
Avances en el ámbito empresarial
Aún queda mucho camino por recorrer, pero los pasos que se están dando tanto en el ámbito social, como en el ámbito empresarial en la actualidad van por buen camino y suponen el comienzo de este modelo.
En este proceso, es importante la participación de todos los actores: las empresas deben desempeñar un rol fundamental, pero el resto de interlocutores como el Gobierno, las instituciones educativas, los agentes sociales y toda la sociedad tiene que trabajar para que la conciliación no se convierta en utopía y sí sea una realidad.
Existen empresas que ya han apostado por gestionar la conciliación a través del modelo efr.