Nuestro país encara la recta final para las elecciones del 23 de julio que elegirá de nuevo a nuestros representantes en las Cortes Generales. Son muchos los problemas que debe abordar el poder ejecutivo, entre ellos conciliación, el gran tema social que debería ocupar un espacio en los programas electorales y, sin embargo, ha sido obviado por todos los partidos que se presentan a los comicios.
Por ello, Fundación Másfamilia, pionera en elaborar una herramienta de gestión de la conciliación como es el certificado efr, propone el siguiente Manifiesto por la Conciliación, con las líneas maestras que debería seguir el nuevo ejecutivo elegido en las urnas:
1. El mundo se configura y avanza de forma globalizada hacia una dirección que podemos intuir. En esa dirección, la conciliación va a continuar ganando protagonismo como lo ha hecho en los últimos 20 años ya que:
- Continuará incrementándose la incorporación de la mujer al mercado profesional.
- Se reducirá el tamaño de las familias y con ellas la capacidad de prestar cuidados.
- Continuará aumentando el tamaño de las ciudades y con ello los problemas de movilidad.
- El sector servicios ganará terreno en lo económico, tendiendo al 24 x 7 en atención del cliente.
- La población envejecerá y será cada vez más dependiente.
- Continuará las presiones y esfuerzos por descarbonizar la economía y la reducción de gases de efecto invernadero.
- La reducción de la natalidad continuará bajo mínimo (<1,5 hijos).
2. Es necesario un modelo de colaboración público-privado. No podremos completar un estado del bienestar para la conciliación con una deuda pública de 1,5 billones y con importantes capas de población precisando de aportación de recursos públicos.
3. El rol de la empresa. Por definición, una empresa siempre es más eficiente que el estado en la búsqueda de soluciones. Pero, además, conoce mucho mejor el problema de la conciliación porque está más cerca y tiene mayor información. Además, muchas empresas están dispuestas a apoyar esta causa y no solo por filantropía, sino porque reconocen los beneficios asociados.
4. Las pymes. Las grandes compañías ya están trabajando decididamente en gestionar la conciliación por su propio interés de atraer y fidelizar el talento; no es el caso de las pymes y micropymes, donde la conciliación se aprecia como un coste sin retorno y por tanto, hay que reducirlo al máximo.
5. ¿Cómo incentivar a la empresa, especialmente las pymes, para que trabajen decididamente en conciliación? Esto siempre será más eficiente que el gasto público; se debe proporcionar ayudas y subvenciones para conocer los beneficios de gestionar la conciliación, así como para implantar herramientas de gestión. Pero, todavía más importante:
- Políticas fiscales de apoyo a las entidades que gestionan la conciliación, como reducciones en cuotas Seguridad Social y otras figuras impositivas.
- Cláusulas sociales en la compra pública, como ya sucede con otros ámbitos como la discapacidad y la igualdad.
Es el momento de apostar por la conciliación, el trabajo flexible y la diversidad generacional para construir entre todos una sociedad más justa e igualitaria, y sobre todo, más próspera.