La gestión de la conciliación fideliza el talento en la empresa. Pero, además, sigue siendo una palanca de mejora y constituye un valor global en la empresa. Esta es una de las principales conclusiones que arroja el reciente estudio realizado por Merco, en colaboración con Fundación Másfamilia. Un estudio sobre el impacto de la conciliación de las empresas como marca empleadora que se presentó ayer junto a Capital Humano, Campofrío y Cepsa.
Los datos nacen fruto de un proceso de realizar una encuesta a distintos colectivos que determinan la capacidad de las empresas para atraer y retener el Talento. Considerando tres valores clave que inciden y determinan el atractivo laboral de las mismas: la Calidad Laboral, la Marca Empleador y la Reputación Interna, evaluados a su vez a partir de 15 variables vinculadas a este intangible tan valioso.
En concreto, el monitor cuenta para su elaboración con la opinión de 22.570 trabajadores. 7.366 universitarios de los dos últimos cursos, 1.041 alumnos de escuelas de negocio, 8.300 ciudadanos. Pero también de 173 responsables de recursos humanos, 71 de sindicatos y 49 headhunters. Y adicionalmente, se lleva a cabo un análisis de las políticas de gestión de talento procedente de 71 empresas.
Roberto Martínez, director de Fundación Másfamilia, explicó que la conciliación y la reputación de una compañía están estrechamente relacionadas. “En una realidad como actual es fundamental que las empresas apuesten por la flexibilidad. Es necesario que pongan a las personas en el centro de sus estrategias para que sigan siendo competitivas”.
La valoración de la conciliación continúa creciendo
La valoración de la conciliación por parte de los colaboradores ha ido aumentando año tras año, creciendo un poco más que la satisfacción general; aunque sigue por debajo de ella y es previsible que descienda levemente en este año como consecuencia de la pandemia.
Respecto a la evolución de los trabajadores en las variables de Merco Talento entre los años 2016 y 2020, la conciliación es la segunda de las variables que, por detrás de la igualdad y la diversidad, más ha mejorado dentro de Merco Talento. Un dato que demuestra el esfuerzo de las empresas en este campo y el reconocimiento que este trabajo está teniendo por parte de los empleados.
En este sentido, en las empresas que conforman el Top 10 de Merco Talento, la gestión de la conciliación continúa siendo la variable que mayor mejora ha experimentado en estos últimos cinco años.
La conciliación fideliza el talento en la empresa
José María San Segundo, CEO de Merco, analizó la correlación que existe entre la conciliación y la fidelización del talento en las empresas. “La conciliación es una variable fundamental como fortaleza en las empresas. Y funciona en las 2 direcciones. Como palanca de fidelización y como palanca de atracción, Además de funcionar en esas dos direcciones, es aún mucho más fuerte como demanda o expectativa. Es una demanda de los trabajadores a sus empresas.
La conciliación ha avanzado pero avanzan mucho más las expectativas de conciliación. Y es una demanda para las empresas en las que uno quisiera trabajar, hasta tal punto que la conciliación es uno de los tres grandes atractivos de las empresas como marca empleador. A su vez, es el principal freno a la hora de excluir a las empresas en las que no se quiere trabajar”.
La conciliación junto con el salario y el desarrollo personal es una importante herramienta para fidelizar el talento en las organizaciones. Sin embargo, el estudio muestra que el déficit percibido en conciliación constituye un freno en las empresas a la hora de atraer el talento.
Respecto al rol que la conciliación juega en la marca empleador en algunos sectores, el informe elaborado por Merco muestra como la distribución generalista, la asistencia sanitaria, la alimentación, el bancario, el eléctrico y las aseguradoras son los sectores con mayores saldos negativos en este aspecto. Por ello, las empresas de estos campos ponen la conciliación como su principal atributo a la hora de atraer el talento.
Finalmente el estudio pone sobre la mesa que una mala gestión de la conciliación constituye, junto al salario y la falta de valores éticos y profesionales, uno de los factores que el talento tiene más en cuenta a la hora de rechazar una empresa para trabajar.