Estamos ante un contexto empresarial en el que se hace necesario que la compañías enfoquen su estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (en adelante, RSE) hacia la conciliación de sus empleados. La forma de trabajar ha cambiado. Los hábitos de vida actuales exigen rapidez en la toma de decisiones, apoyo en herramientas que nos hagan las tareas más sencillas y mayores responsabilidades en el puesto de trabajo hacia el cumplimiento de objetivos y no hacia la presencia. Aunque no lo parezca, muchas de estas tareas no exigen presencia física en las oficinas, sino que pueden hacerse de casa con una buena planificación y un líder que motive y dirija a su equipo.
Si a ello le sumamos que cada vez son más las parejas en las que ambos miembros se encuentran trabajando y que también son muchos personas las que tienen un dependiente mayor o menos a cargo, la búsqueda de la satisfacción laboral es fundamental y necesaria. Por ello, son muchas las empresas que deciden apostar por estrategias de conciliación real de sus empleados frente a las subidas progresivas de sueldo. De hecho, son muchos los empleados que demandan una mayor flexibilidad laboral frente a una compensación económica mensual.
Empresarialmente se considera que la RSE no presenta unos límites bien definidos o que, en definitiva, no se trata más que de un reparto de migajas de pan para compensar las acciones más o menos cuestionables de las grandes empresas. En absoluto. La RSE es tarea de pequeñas, medianas y grandes empresas y, como tal, se encuentran estructuradas y planificadas en una gestión profesionalizada.
El Modelo de Gestión efr de Fundación Másfamilia, centrado en la conciliación real y personalizada para cada empleado, se encuentra muy unido a la estrategia RSE de cualquier compañía. Es incuestionable que efr genera un valor compartido entre empresas y trabajadores que, intrínsecamente, genera un beneficio positivo a la sociedad en su conjunto. Unos horarios más flexibles, el reconocimiento de las capacidades de los empleados o la posibilidad de fomentar las aficiones de los colaboradores se traducen en una mejor satisfacción laboral y, a la vez, en un mayor compromiso por la empresa y la sociedad en general.
Ya son más de 500 empresas de todo el mundo las que recogen el Certificado efr en su RSE. ¿Aún no está la tuya?