La desconexión digital: claves, cultura y liderazgo

La salud mental de los trabajadores está en el foco de los procesos de management de las organizaciones Afortunadamente, cada vez son más las entidades que apuestan por el bienestar laboral que incluye la necesidad de descanso de sus colaboradores. En este sentido, la desconexión digital como concepto, pretende asegurar un correcto uso de las herramientas tecnológicas para que este sea exclusivamente en el ámbito laboral. La experiencia de los suicidios masivos en París de los años 80, o las cada vez más saturadas consultas de psicólogos y coaches nos hace pensar que los riesgos psicosociales derivados de puestos de trabajo estresantes suponen un problema no solo organizativo, sino económico de las empresas; no obstante, en España, la primera causa de muerte por accidente laboral en 2020 fueron los infartos y los derrames cerebrales derivados del estrés, según la UGT.

En cuanto a legislación se refiere en nuestro país, no es hasta 2018 cuando se aprueba la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de datos personales y Garantía de los Derechos Digitales en su artículo 88. La finalidad es que todos los trabajadores puedan disfrutar de sus vacaciones, descanso y permisos, sin estar pendientes del trabajo. Además, establece cuatro claves para garantizar este derecho: limitación en el uso de dispositivos digitales, creación de una política interna, formación para la sensibilización de todos los miembros de la empresa sobre los riesgos de la no desconexión y adecuada organización de la jornada laboral.

Pero, ¿qué es lo que convierte a la desconexión digital en un tema tan importante hoy en día?

  • El sector servicios es el mayoritario en las economías desarrolladas, y este sector va acompañada de una serie de herramientas tecnológicas que nos mantienen conectados en todo momento.
  • La globalización genera un mercado ultracompetitivo en el que las organizaciones deben tener capacidad de reacción y respuesta inmediata.
  • No existe una norma aplicable a todos los trabajadores, no solo por su puesto de trabajo sino por sus preferencias, cultura corporativa, hábitos de vida, etc.

Entonces, ¿cómo podemos regularlo?

Fundación Másfamilia apoya la autorregulación de las organizaciones atendiendo a sus necesidades productivas, económicas, de mercado y culturales. La desconexión digital no puede limitarse a limitar un horario determinado de uso de herramientas laborales ya que las medidas de gestión de recursos humanos deben ser de persona a persona, atendiendo a cada circunstancia y preferencia. Por tanto, un horario establecido para todos puede interpretarse como falta de información, en algunos casos, y de injerencia en la vida privada, en otros. Además, si hablamos de intromisión en la vida privada, también hay que tener en cuenta que durante el horario de trabajo se atienden aspectos privados como llamadas, mensajes, citas médicas, compras online, etc. Por eso, si somos estrictos, deberíamos serlo en ambas direcciones.

La desconexión digital no puede limitarse a limitar un horario determinado de uso de herramientas laborales ya que las medidas de gestión de recursos humanos deben ser de persona a persona, atendiendo a cada circunstancia y preferencia

Toda esta complejidad hace más recomendable una gestión eficiente del tiempo por parte de las organizaciones y no una diferenciación por canal, herramienta u hora del día. Esto se consigue con un proceso de transformación cultural en el que se atienda a la multidimensionalidad de la persona, en el que se fusiona y se mezcla en el espacio y el tiempo los aspectos laborales, personales y familiares.

¿Cómo se consigue esta transformación cultural hacia una adecuada desconexión digital?

  • Atender a la individualidad de las necesidades y circunstancias de cada colaborador.
  • La globalización no entiende de horarios ni turnos de trabajo.
  • La importancia de la salud mental y física: es necesario descansar, pero también desconectar mediante el ocio.
  • Entender que de la misma forma que mi vida privada penetra en el trabajo varias veces al día, el trabajo puede penetrar en mi vida privada varias veces al día.
  • Entender la diferencia entre lo importante y lo urgente. Crear códigos fáciles de comprender para atender lo verdaderamente urgente y dejar para mañana al resto.
  • Formación en gestión del tiempo de los mandos intermedios y superiores.
  • La gestión de las personas no va de normas o leyes, sino de liderazgo, management  y cultura.
  • La desconexión digital es un derecho que puedo ejercer, pero con margen para no esgrimirlo como impedimento para atender una cuestión laboral importante.
  • Entender que, como cualquier cambio y transformación, requiere de su tiempo.

En definitiva, la desconexión digital debe ser una herramienta más en nuestra gestión del tiempo y de nuestros equipos, sin perder de vista que una adecuada implantación requiere de tiempo y de asimilación por parte de todos.

Derecho a la desconexión digital

desconexión digital

Con la llegada de la pandemia provocada por el Covid-19, el teletrabajo experimentado un impulso sin antecedentes. Esta modalidad laboral basada en la flexibilidad ha obtenido un increíble protagonismo, pero debemos poner el foco en el cuidado de los colaboradores a través de aspectos como la desconexión digital.

Según el último estudio publicado por VMware, el 65% de los colaboradores siente una mayor presión para seguir conectado más allá del horario laboral habitual. Trabajar en modalidades como el teletrabajo implica prestar especial atención a cuestiones como ésta.

La desconexión digital supone un paso más hacia el avance de la conciliación laboral, personal y familiar. Las entidades son cada vez más conscientes de lo que implica que sus colaboradores dispongan de medidas de conciliación que les ayude en su día a día. En este sentido, disponer de un protocolo refleja la transformación que están teniendo en los últimos años las nuevas tecnologías y el compromiso hacia las personas y sus vidas privadas.

Desconexión digital: obligación legal

En primer lugar, los antecedentes de este derecho los encontramos en Francia. Fue en el país vecino donde, ante una serie de evidencias como unos climas laborales caracterizados por trabajadores burn out y contextos de ansiedad y estrés, el Gobierno decidió tomar medidas e impulsó la ley El-Khomri. Esta legislación entró en vigor el 1 de enero de 2017 y se caracterizaba por ser un acuerdo no obligatorio, con una validez de 1 o 2 años. 

En segundo lugar, en diciembre de 2019, en España entró en vigor la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y garantía de los derechos digitales, donde se reconoció el derecho a la desconexión digital.

Poco después, el Gobierno también reforma el Estatuto de los Trabajadores. En el artículo 20 bis se incluye este derecho: “Los trabajadores tienen derecho a la intimidad en el uso de los dispositivos digitales puestos a su disposición por el empleador, a la desconexión digital y a la intimidad frente al uso de dispositivos de videovigilancia y geolocalización en los términos establecidos en la legislación vigente en materia de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales”.

Desconexión digital: ¿qué tiene que hacer mi empresa para cumplir con la ley?

Plasmar en un documento el compromiso de la empresa con el derecho a la desconexión digital de sus empleados y poner en marcha acciones formativas y de sensibilización sobre el correcto uso de las herramientas tecnológicas utilizadas en la empresa.

La legislación obliga a las compañías a:

  • Elaborar un protocolo / plan de desconexión digital en la empresa
  • Dar audiencia previa a la representación de los trabajadores, si la hubiese
  • Incluir a los directivos de la empresa en este plan de desconexión
  • Definir las modalidades concretas de ejercicio del derecho a la desconexión
  • Potenciar el derecho a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral

Protocolo de desconexión digital

Tal y cómo hemos mencionado anteriormente, todas las empresas están obligadas a elaborar un plan (protocolo) de desconexión digital, con independencia del tamaño o sector de la organización. Así lo regula el artículo 88 de la LOPDGDD y ahora también el art. 18 del Real Decreto-ley 28/2020, de trabajo a distancia (teletrabajo).

Desde Fundación Másfamilia entiende el reto que puede llegar a suponer la elaboración de un protocolo de desconexión digital. Por esta razón, en colaboración con SincroGO, hemos puesto en marcha un nuevo servicio de acompañamiento para empresas y organizaciones en la materia.

¿De qué manera? Desde Fundación Másfamilia y SincroGO te ayudamos a realizar un diagnóstico de la situación actual de la empresa en la materia. Además, te asesoraremos respecto a posibles medidas a incorporar en el plan de desconexión digital inicial.

Posteriormente, diseñaremos y elaboramos un protocolo de desconexión digital acompañadas de una serie de acciones formativas de sensibilización en la materia.

Finalmente, si tu empresa u organización desea profundizar en esta materia , el equipo de Fundación Másfamilia estará encantado de ayudarte. ¡No dudes en contactar con nosotros!

Desconexión digital y teletrabajo

Hombre trabajando

Con la llegada del covid19 a nuestro país, el teletrabajo ha adquirido un protagonismo indiscutible. Está claro que el teletrabajo ha llegado para quedarse y es importante poner el foco en la posible carga de trabajo a la que se pueden enfrentar los trabajadores, a veces excesiva. Por eso, hoy hablamos en el blog sobre desconexión digital y teletrabajo.

Los antecedentes del derecho a la desconexión digital los encontramos en Francia. Fue en el país vecino donde, ante una serie de evidencias como unos climas laborales caracterizados por trabajadores burn out y contextos de ansiedad y estrés, el Gobierno decidió tomar medidas e impulsó la ley El-Khomri. Esta legislación entró en vigor el 1 de enero de 2017 y se caracterizaba por ser un acuerdo no obligatorio, con una validez de 1 o 2 años. Además, contaba con dos objetivos principales:

  • Desconexión consensuada: negociación entre empleado y empleador, dando prioridad a los acuerdos internos.
  • Ampliar la flexibilidad de la empresa.

La desconexión digital en España

En diciembre de 2019, en España entró en vigor la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos personales y garantía de los derechos digitales, donde se reconoció el derecho a la desconexión digital. Ya hablamos de ello en el webinar que realizamos junto a Estela Martín de SINCRO.

Poco después, el Gobierno también reforma el Estatuto de los Trabajadores. En el artículo 20 bis se incluye el derecho a la desconexión digital: “Los trabajadores tienen derecho a la intimidad en el uso de los dispositivos digitales puestos a su disposición por el empleador, a la desconexión digital y a la intimidad frente al uso de dispositivos de videovigilancia y geolocalización en los términos establecidos en la legislación vigente en materia de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales”.

Cómo abordar desconexión digital y teletrabajo

La clave  para abordar la desconexión digital y el teletrabajo reside en tratarla como un aspecto cultural más de la organización y, en concreto, del liderazgo y los estilos de dirección. Además del enfoque cultural, debemos tener en cuenta un enfoque de salud y bienestar

Para algunos puestos, seguramente pocos, será necesario establecer alguna recomendación o protocolo más allá de los aspectos culturales y de salud. Las entidades deben identificar y trabajar sobre ellos y no sobre la totalidad.

También se debe reconocer el derecho y hacerlo explícitamente. Se deben crear mecanismos de identificación y denuncia; ser contundente cuando la situación lo precise, pero no en todo momento ni en todo lugar.

¿Existe una necesidad de desconexión digital?

¿Realmente en España existe una situación relacionada con los riesgos psicosolaciales, con la ansiedad o el estrés que nos haga pensar que tenemos esta necesidad de desconectar? Roberto Martínez, director de la fundación y la Iniciativa efr lo explica a continuación:

https://youtu.be/raqqdQ_4H1g

Desde Fundación Másfamilia creemos que sí es necesaria una legislación que reconozca el derecho a la desconexión digital, a diferencia del registro de la jornada. Las empresas y organizaciones tenemos que reconocerlo de manera explícita y también tenemos una responsabilidad de tratar, a través de los riesgos psicosociales ,y a personas que puedan estar somatizando la situación. .

Tips para trabajar la desconexión digital

La desconexión digital y la flexibilidad laboral forma parte de nuestro ADN y de la cultura efr. Por esta razón, os ofrecemos una serie de consejos para trabajar en nuestras entidades este aspecto:

  • Establecer prioridades, periodos de respuesta en función de códigos, apps…
  • Diferenciar espacios de la vida privada.
  • Establecer periodos de baja desconexión y periodos de total desconexión.
  • Enseñar a los/as líderes a enviar emails en las horas de conexión digital y mostrar nuevas posibilidades de nuestras herramientas de trabajo.

Si tu compañía quiere profundizar en la desconexión digital y seguir trabajando en ella, el equipo de Fundación Másfamilia puede ayudarte. ¡No dudes en contactar con nosotros!