En la Fundación Másfamilia somos expertos en conciliación de la vida personal y laboral. Tras años trabajando en ello, hemos sido capaces de entender cómo se relaciona esta materia con los ámbitos que afectan a las personas, a las empresas y a la sociedad. Aún está todo por hacer y la conciliación en la empresa es una de las cuentas pendientes en nuestro país. Pero, ¿qué significa realmente la conciliación para nuestra fundación? ¿Por qué perseguimos con tanta ansia que las empresas consigan conciliar?
Conciliamos para conseguir algo y cuanto más importante sea ese algo más relevancia tendrá la conciliación. Y, en este caso, la conciliación laboral tiene como fin principal apoyar a la familia. Pero dentro de ese panorama, se causan otros efectos que salpican al negocio, a la responsabilidad empresarial y a la ciudadanía.
La conciliación tiene un claro enfoque de negocio y otro de corte social. Cuando hablamos de negocio vemos que afecta en positivo a varias áreas como son la reputación corporativa, la atracción del talento, la compensación, la excelencia, el compromiso o la competitividad. Mientras que, la conciliación desde un punto de vista de la sociedad, afecta a la mejora de la igualdad y la diversidad, la salud y el bienestar, la discapacidad, la infancia y la familia.
Por tanto, este enfoque transversal de la conciliación es contrario a esa percepción reductista de la opinión pública de que la conciliación es un tema que sólo afecta a mujeres o que tiene que ver con mejores horarios. Conciliación son grados de libertad tanto desde el punto de vista de la empresa como del colaborador para conseguir una serie de impactos positivos en nuestras empresas para conseguir una sociedad más justa y más real y equitativa.
La conciliación debe ser un derecho de todos los ciudadanos y un factor de compliance en toda empresa que se precie. Por eso, desde nuestra fundación queremos ayudar a través del modelo efr y la gestión de las personas en materia de conciliación.