Cuando una empresa apuesta por la flexibilidad en su forma de trabajar, es muy frecuente que surjan dudas sobre su grado de eficacia. Por eso, en Másfamilia recomendamos realizar una prueba piloto. Pero, antes de explicar su funcionamiento, es recomendable conocer de qué trata.
El piloto de Teletrabajo no es más que una fase de prueba del trabajo en remoto con un grupo de colaboradores y en un entorno acotado. De esta manera, se podrán detectar las necesidades reales y los riesgos, así como valorar de qué forma se puede implementar el teletrabajo.
¿Cuáles son las fases que componen el piloto?
Para crear un modelo basado en la flexibilidad, primero habrá que definir unos objetivos que se adapten al perfil de los colaboradores.
Tras ello, la organización debe preparar el piloto teniendo en cuenta el impacto tecnológico de los procesos de trabajo, abordando, también, los aspectos relacionados con la cultura.
Finalmente, se llevaría a cabo la implantación, midiendo su impacto durante el proceso. Los informes resultantes de este piloto serán fundamentales para tomar la decisión sobre su posible aplicación al resto de la empresa.
¿Por qué es recomendable realizar el piloto de flexibilidad?
- Para testar si el trabajo flexible que se quiere implantar funciona o no. Probar diferentes porcentajes de tiempo y niveles de flexibilidad permite que la implantación del modelo se haga sobre los resultados certeros y reales.
- El piloto, desarrollado en un entorno controlado, permite monitorizar y analizar aspectos vinculados con la motivación, el rendimiento, la productividad y la satisfacción.
- Dentro del entorno que se ha creado, se puede medir el impacto que el modelo de flexibilidad tiene sobre la muestra del piloto. Además, esto permite afinar el modelo y tomar decisiones más adecuadas.
- Los resultados permitirán tomar decisiones y detectar mejoras. Y, de esta forma, se podrá estudiar más verazmente el hecho de aplicarlo o no al resto de la compañía.
- Permitirá que la organización vaya asumiendo el cambio de cultura organizacional de forma progresiva, ganando confianza gracias a los resultados y creando una percepción positiva de la iniciativa.
En definitiva, es importante recordar que el éxito de este piloto dependerá del liderazgo ejemplarizante basado en la confianza, que ejerzan desde la dirección y de la creación de un modelo de trabajo en el que se conceda un papel fundamental a la autogestión de los colaboradores.