Cualquier transformación en una organización siempre comienza desde la más alta dirección, desde los líderes. Y cuando hablamos de conciliación, los estilos de dirección y el liderazgo ejemplarizante se convierten en piezas claves para empezar a cambiar y transformar. Hoy en día, los líderes necesitan evolucionar hacia un nuevo humanismo, las nuevas formas de trabajo y, lo que muchos expertos comentan, ‘people first’.
Es imprescindible contar con nuestros líderes para transformar y revolucionar nuestra empresa o institución en materia de conciliación. No hay nada mejor que una comunicación integradora para implicar a todas las personas que formen la compañía. Además, se necesita un liderazgo ejemplarizante que motive y ofrezca calidad y bienestar a su plantilla a través del fomento de culturas basadas en la confianza.
En nuestro modelo efr, el liderazgo es parte fundamental. De hecho, no podemos empezar a trabajar con ninguna organización sin contar con el apoyo de la dirección. Además, ‘la voz de la dirección’, que forma parte de nuestro diagnóstico efr, nos ayuda a hacer la foto de la compañía y comenzar a trabajar en el modelo de conciliación que mejor encaje con esa voz del negocio junto con la voz de las personas que la forman. Además, dentro de nuestros 6 grandes grupos de medidas efr hablamos de las medidas que fortalezcan a los líderes y la cultura.
Una de las medidas que defiende nuestro modelo para la gestión por parte de los líderes es el trabajo por objetivos, con numerosos beneficios para la empresa y los colaboradores. Esta cultura organizacional contribuye a la eficiencia, a motivar al equipo de trabajo, mejora el control de los resultados y del compromiso, potencia el desarrollo del talento y reconoce el valor de la plantilla.
Es complicado implantar modelos de liderazgo basados en resultados si no existe un diálogo basado en la confianza entre los directivos y sus equipos de trabajo. Nuestro director, Roberto Martínez explica que ‘el trabajador necesita saber claramente cuáles son sus objetivos para poder organizar su tiempo en base a prioridades. Esta es la única forma de que la conciliación sea una realidad y no un catálogo de medidas que sobre papel son estupendas, pero que nadie realmente puede disfrutar’.
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