La congestión en las ciudades y la importancia de la conciliación laboral

Un estudio del medio británico The Financial Times señaló que Bogotá es la ciudad donde se gastan más horas en el tráfico cotidiano en el mundo. Los conductores pueden gastar un promedio de 132 horas al año en horas pico durante el año.

Para la investigación se tuvieron en cuenta trayectos de 10 kilómetros que pudieran simular los recorridos que hacen los bogotanos de forma frecuente para llegar a sus trabajos, revelando solo algunas de las grandes dificultades que se enfrentan en la ciudad latinoamericana. En la lista también figuran ciudades como Bucarest, Manila y Ciudad de México.

En Bogotá se adelantan 1166 frentes de obra en la malla vial, espacio público, construcción de puentes y parques, lo que terminará por complicar aún más el tráfico de los más de 2 millones y medio de vehículos que intentan movilizarse por la ciudad.

Uno de los grandes resultados del informe revela que resulta perjudicial que “muchas personas deseen conducir al tiempo” en las mismas franjas horarias, y es aquí, justamente, donde aparece la conciliación como una alternativa sin comparación en la búsqueda de soluciones, paralela a la inversión en mallas viales. Implementar herramientas como la flexibilidad horaria, el teletrabajo y la promoción del uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta, podría ser la gran salvación para el caos de movilidad que se vive en la capital de Colombia.

La conciliación de la vida personal, familiar y laboral propone una organización profesional que facilite cubrir las necesidades de los trabajadores sin afectar su rendimiento, por el contrario, potenciando la productividad en las empresas y el buen funcionamiento de los sistemas sociales. Llevar a cabo una revisión de los horarios de los colaboradores, hacerlos más flexibles e implementar el teletrabajo en la medida de lo posible, reduce la congestión en las ciudades de forma considerable, impactando positivamente la calidad de vida de los seres humanos.

La experiencia de empleado y la conciliación

En un mundo social y económico cada vez más global, el capital humano de una organización cobra especial relevancia. Los colaboradores felices, motivados y comprometidos son el motor que impulsa el crecimiento y la productividad de cualquier entidad. Son muchas las organizaciones que ofrecen a sus profesionales un paquete de retribución salarial y emocional que responde a las necesidades de estos y además, genera en la empresa un clima de motivación y desarrollo que está muy valorado por los jóvenes profesionales hoy en día.

De hecho, si nos fijamos en el informe de Randstad, el 65% de los trabajadores españoles considera más importante su vida personal que la profesional, siendo la conciliación un aspecto fundamental para el 96% de los encuestados, frente a otros beneficios como la formación, un sueldo superior a la competencia o las posibilidades de crecimiento. Es por ello que el valor añadido de nuestra propuesta al empleado debe reflejar este y otros aspectos de gestión de talento que actualmente son imprescindibles para la fidelización del talento interno.

Podemos describir el término Employee Experience o Experiencia de Empleado como la percepción y experiencia de los individuos mientras interactúan con una organización en un ámbito laboral. Esto engloba todas las etapas del vínculo profesional, desde el primer contacto hasta después de finalizar la relación laboral. La experiencia de los empleados está influenciada por las expectativas que tienen en relación con los diversos momentos e interacciones que experimentan en su empresa. Esta vivencia abarca no solo las relaciones formales, sino también las informales, así como los acontecimientos personales que pueden afectar su relación laboral con la organización.

La conciliación y el trabajo flexible suponen dos pilares fundamentales para construir este EX que responden a una necesidad real y urgente de las personas en cuidar su bienestar emocional mientras desarrollan su carrera profesional.

¿Por qué debemos apostar por mejorar la EX de nuestra organización?

  • Mejora el ambiente de trabajo: con un clima positivo apostamos por el wellbeing y la salud mental de nuestros profesionales, lo que afecta a tasas de absentismo mucho menores.
  • Fomento de comunicación mediante la confianza y la libertad de expresión: el colaborador se siente escuchado y comprendido, lo que afecta directamente en su desempeño y su compromiso.
  • Mejora de employer branding y reputación: los mejores embajadores de nuestra organización son aquellos profesionales satisfechos y fidelizados con la marca.

Todo ello apostando a su vez en gestionar la conciliación y la calidad de empleo de nuestros empleados, a través de herramientas profesionales como el certificado efr o soluciones de trabajo flexible a medida.

La jornada de cuatro días y la conciliación

Según el Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España publicada por Infoempleo y Grupo Adecco, el 73,51% de las empresas no ven viable implantar la semana laboral de cuatro días, así como el 61,46% de los trabajadores autónomos. La razón principal es la falta de margen de beneficio para mantener los salarios, según el 41,53% de las organizaciones. Esta opinión contrasta con la de los empleados y desempleados, ya que un 66,59% y un 50,69%, respectivamente, ven posible la implementación de la jornada de cuatro días manteniendo los salarios.

El debate de la jornada de cuatro días está encima de la mesa desde el pasado año y ya se han puesto en marcha varias iniciativas públicas, como las subvenciones del Gobierno a pymes del sector industrial que recorten al menos un 10% su jornada laboral y mantengan el mismo salario durante dos años, o casos reales de organizaciones privadas que han puesto en marcha esta distribución del tiempo con más o menos éxito. Pero a pesar de la repercusión, un 73,51% de las empresas consultadas no ven viable esta opción.

El futuro está encaminado hacia la flexibilidad

Por un lado, la naturaleza propia de las organizaciones provoca que muchas de ellas no puedan adaptar la jornada de esta manera, y por otro, también se debería tener en cuenta el contexto que nos rodea y los niveles de productividad del país.

Debemos tener en cuenta que vivimos en un mundo de economías globalizadas, y que España cuenta con problemas de productividad si lo comparamos con otros países con los que compite. No parece una medida inteligente implantar un horario muy distinto al resto de economías si lo que buscamos es, precisamente, competir en el mercado internacional con horarios más amplios y que pueden dar respuesta más rápida y eficiente al cliente.

Por otro lado, la jornada laboral de 40 a 32 horas supondría un incremento paulatino de un 20% de los costes laborales. Microempresas o PYMES no podrían soportar este incremento de costes. En el otro lado, podría existir la opción de redistribuir las horas a lo largo de una semana laboral de tal manera que se trabajen 10 horas al día; Fundación Másfamilia defiende que las jornadas laborales de más de 8 horas van en contra de la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, además de provocar problemas de salud físico y mental provocados por el estrés.

En definitiva, no se trata de acomodar horarios o fijar por ley el número de horas que una persona debe trabajar, sino medir el desempeño en función de objetivos cuantificables y ofrecer otras medidas de flexibilidad espacial y temporal que permitan a las personas distribuir el tiempo efectivo de trabajo como mejor considere. De esta manera, atraeremos a un talento más formado y competitivo, y sobre todo más motivado y fidelizado.

Si quieres saber cómo conseguirlo, Fundación Másfamilia puede ayudarte a gestionar la conciliación de tu organización.